mercoledì, aprile 26, 2006

Flores raras

Conocí hace unos días a Sean, un joven irlandés que ha venido a estudiar no sé qué en Barcelona pero que se pasa las noches bebiendo y los días durmiendo. Otro parásito del Erasmus, vaya. Sean me contó que, para estudiar castellano, su método más fructífero consistió en escuchar canciones de artistas españoles. Nada original, ciertamente. Mi muy modesto inglés, por ejemplo, se basa en realidad en la audición de las letras de los Beatles.
Una vez, prosiguió Sean, se enfrascó en la audición de una vieja canción de El Ultimo de la Fila que contiene estos versos:

¿Por qué esas flores raras
crecen en las aceras para ti?
Volveré a cogerlas, ¿sabes?


Sean no tuvo problemas para entender y traducir los dos primeros versos. En el tercero, sin embargo, lo que entendió fue:

¿Por qué esas flores raras
crecen en las aceras para ti?
Volveré a coger las aves

¿Coger las aves? ¿Qué aves?, pensaba Sean. Repasó todos los versos anteriores, a ver si le daban la clave para descifrar ese mensaje tan misterioso. Tras mucho pensar, Sean llegó a la conclusión de que la canción quizá trataba de los problemas amorosos de un avicultor que, desesperado por el amor no correspondido de una extraña mujer (eso de las flores raras que crecen para ti), decide volver a sus quehaceres habituales, sin duda desatendidos durante la tormentosa relación. “Oye, tía, eres tan rara que yo lo dejo, voy a volver a coger las aves”, eso es lo que significaban los versos de El Ultimo de la Fila para Sean.
Me reí mucho con las interpretaciones del irlandés y me acordé de una experiencia similar que viví en mi adolescencia, cuando, sin mucha atención, oí por la radio unas de las primeras canciones de Mecano, aquella que dice:

Sombra aquí y sombra allá
Maquíllate, maquíllate

Yo, de forma sin duda absurda, decidí que Mecano era un grupo catalán, quizá valenciano, que apostaba valientemente por el bilingüismo:

Som d´aquí i som d´allà
Maquíllate, maquíllate.

lunedì, aprile 24, 2006

¿Dónde están los OVNIS de antaño?

Anoche, vegetando en el sofá y gracias a Vía Vegetal, la Nueva y yo vimos, en el canal que TVE ha dispuesto para celebrar su 50 aniversario, un programa emitido a principios de los años 80. Se trataba de un debate que, presentado por Jesús Hermida, intentaba echar luz sobre el intrigante fenómeno OVNI. Y alguna luz sí echaron, sí. Me quedó claro, por ejemplo, que todos los llamados ufólogos lucían copiosas barbas, y que tanto ellos como los antiufólogos fumaban sin desmayo, sin sospechar ni por asomo que tal hábito pudiera perjudicar la salud de las audiencias ni la suya propia, y que por tanto los años 80 quizá fueron más libres y despreocupados, aunque por despreocupado que estuviera yo jamás me vestiría con esos trajes de color crema y pantalón ancho.
El debate también me hizo pensar que el fenómeno OVNI, tan en boga en esos años, se diluyó casi por completo con el paso del tiempo. Ahora ya nadie habla de él. ¿Dónde están los OVNIS de antaño?, pensé. ¿Dónde están esas inexplicables apariciones de platillos luminosos que circulaban a gran velocidad y luego se detenían y volvían a desaparecer? ¿Y esos tipos, casi siempre estadounidenses y con aspecto de beodos, que eran abducidos por minúsculos seres de inteligencia prodigiosa? ¿Y qué fue del Triángulo de las Bermudas, por ejemplo? ¿Lo desmontaron?
¿Y qué fue de Jesús Hermida? ¿Por qué al citarle no he escrito el inefable Jesús Hermida, como se decía siempre en esos años, y me he limitado a llamarle por su nombre? ¿Estoy perdiendo, además de los OVNIS, la poesía del tópico?

mercoledì, aprile 12, 2006

Horrores infernales

He leído hoy en El País algo que dijo el poeta José Angel Valente, abrumado ante la tarea de recopilar toda su poesía para editar unas obras completas: “Qué horrendo suscribir todo lo escrito”. Y eso me hizo pensar en algo que leí ayer mismo, algo que dijo el crítico Cyril Connolly: “Mi idea del infierno es un lugar en que te hacen escuchar todo lo que has dicho en tu vida”.
Yo hablo poco, por timidez, y escribo aún menos, por vagancia, pero eso no me libra de meter la gamba continuamente.

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lunedì, aprile 10, 2006

Alles endet unvollendet

Leí hace unos días en El Periódico la historia de Heinz Stücke, un alemán que lleva dando vueltas por el mundo en bicicleta desde 1962. Stücke calcula que habrá recorrido ya más de medio millón de kilómetros y afirma que ha estado en todos los países del mundo, a excepción de unos pequeños islotes del Pacífico en los que, algún día, espera recalar para completar la lista entera. O no, quizá no tenga tiempo, porque, como reza el lema impreso en el tubular de su bicicleta:

“Todo termina sin acabar”
(Alles endet unvollendet)

venerdì, aprile 07, 2006

Santo Trafficante



El señor de la foto es Santo Trafficante (1915-1987) que, como su propio nombre indica, fue uno de los más importantes miembros de la mafia estadounidense durante décadas. Centró sus operaciones en Miami y, hasta la revolución castrista, también en Cuba, aliado con Lucky Luciano y Meyer Lanski. Tras perder sus negocios en la isla, colaboró con la CIA en varios intentos de asesinar a Fidel Castro. Al señor Trafficante también se le relacionó con el asesinato de Kennedy. Le detuvieron varias veces, pero nunca entendí que, llamándose Santo Trafficante, la policía no le arrestara en la cuna nada más nacer.
Me acordé de él hace unos días, viendo la película “Donnie Brasco”, basada en hechos reales y donde aparece su personaje. Siempre me han fascinado las películas de mafiosos, así que, tras ver “Donnie Brasco” me quedé con el gustillo y le propuse a la Nueva que siguiéramos apoltronados en el sofá sin movernos toda la noche viendo otros films de la misma temática. La Nueva aceptó y me preguntó:

-¿Qué vemos ahora?
-¿Qué te parece “El Pacino 3”?

La Nueva rió a carcajadas con lo de “El Pacino”, sin tener en cuenta que ese lapsus forma parte de los primeros síntomas de mi senilidad.

-Vale, vale, olvídalo. Deja los mafiosos. Vayamos al cine -dije yo.
-¿A ver qué?
-Ayer estrenaron “Instante básico 2” -aseguré.

Y así riendo toda la noche.

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