giovedì, luglio 20, 2006

Mónica había explotado (2)

-Te veo preocupado -me dijo Venancio- ¿En qué piensas? ¿En Mónica? Es comprensible, fue un duro golpe. Pero lo superarás.
-Emmm... Oh, sí claro -dije yo.

Mónica, claro, por Dios. Me había olvidado de ella. Yo en realidad estaba pensando en Mickey Mouse. En esos Mickey Mouse gigantescos de Disneylandia que siempre están sonriendo. Estaba pensando yo si, cuando te haces una foto con ellos, el hombre que está dentro del disfraz de Mickey también sonríe. En esto estaba pensando yo, y no en Mónica, que había explotado hacía unos días, dejándome un misterio y pedazos de su páncreas en mis manos.

-¿Has estado alguna vez en Disneylandia? -le pregunté sin pensar a Venancio.
-No -dijo él- ¿Piensas en hacer un viaje? Te iría bien. Para olvidar la desgracia, digo.
-No estaría mal -mentí yo.

Así fue como me vi embarcado en un absurdo viaje a París con Venancio, mi hermano. No me apetecía para nada, hubiera preferido quedarme en casa, pero Venancio creyó interpretar mis deseos íntimos y, sin preguntar nada, al día siguiente se presentó sonriente con los billetes de avión y dos reservas para Disneyland París. Ahora estoy en el hotel, ya es de noche y Venancio y yo hemos pasado el día fotografiándonos con Mickey Mouse, el Pato Donald, Pluto y varios tipos más qué no sé quiénes son. Personajes del Disney moderno, supongo; si Mónica y yo hubiéramos tenido niños, sin duda les habría llevado al cine y ahora sabría quiénes son esos tipos que se han fotografiado con Venancio y conmigo.
Mientras el fotógrafo hacía su trabajo, he mirado a los enormes ojos de Mickey Mouse y le he preguntado en mi pésimo francés:

-¿Está usted sonriendo?

No creo que Mickey Mouse me haya entendido. Me ha mirado con su enorme cabezota, con su sonrisa impasible. No ha dicho nada, con su mano enguantada me ha dado un pequeño coscorrón. Los ratones reales no llevan guantes, he pensado, pero Mickey Mouse sí, Mickey lleva guantes blancos. He recordado ahora que Mónica también llevaba guantes blancos el día de nuestra boda.

5 Comments:

Blogger Reich said...

Qué horror! te acabas de cargar a un mito.. a partir de ahora, cada vez que vea a Mickey Mouse me imaginaré en sus entrañas a un francés con lágrimas en los ojos...

Espero que, además del detalle de los guantes blancos, nos cuentes algo más de Mónica.

Besitos.

1:05 PM  
Blogger Jordi said...

Sí, os voy a contar el día de nuestra boda. Bueno, el día de la boda del protagonista con Mónica. Mi mujer se llama La Nueva y no estamos casamos.

PD: Me gustaría revelar que lo de preguntar si el señor que está dentro de Mickey Mouse está sonriendo no es un invento mio. Encontré la frase en una web de esas con preguntas tontas, del tipo: ¿Por qué llevaban casco los kamizakes?, ¿Si no hay nada que se pegue al teflón, cómo pegaron al teflón a la sartén?, etc...

1:43 PM  
Blogger Cabeza Mechero said...

Una pregunta que siempre me he hecho es; ¿cual es el maecanismo que hace que las rayitas del dentrífico siempre sean perfectas? Aprietes por donde aprietes, siempre sale un chorro perfectamente rayado, incluso cuando queda poca pasta dental... Es posible que la solución a este misterio la encontrara Mónica; por eso explotó.

5:47 PM  
Blogger Jordi said...

O quizá se preguntó por qué coño apretaba el control del mando a distancia con más fuerza cuando se estaba quedando sin batería.

6:25 PM  
Blogger Reich said...

O... ¿¿por qué no penaliza la policía restando 4 puntos del canet al primero de la fila en una caravana típica de domingo playero??
Siempre he creido que a ESE que va de primero alguien debería retirarle el carnet o devolverlo al final de la caravana...

6:46 PM  

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