lunedì, febbraio 19, 2007

Octubre de 1985

En una de mis más habituales pesadillas, recibo una llamada telefónica de la Universitat Autònoma de Barcelona donde, ya hace muchos años, simulé que estudiaba. Me informan de que han estado revisando mi expediente y han descubierto que me faltaba por aprobar una asignatura. Les digo que eso es un error, que en alguna parte tengo un título que lo atestigua. Me dicen que lo sienten mucho, pero que el expediente no se equivoca, y que tengo dos meses para preparar el temario de una determinada materia y que el examen tendrá lugar el día tal.
En la siguiente fase de la pesadilla me encuentro hojeando el libro de texto de la asignatura perdida, que he estado guardando todos estos años en una demostración de mi carácter precavido y de mi desconfianza ante la burocracia universitaria. Compruebo que, en su día, subrayé con aplicación las frases más importantes del libro y eso me hace dudar: ¿subrayar yo un libro de texto? Eso significaría que, además de subrayarlo, lo leí. Me parece extraño. Por supuesto, nada de lo que cuenta el autor me suena lo más mínimo. Perplejo, arrojo el libro encima de la mesa y, por azar, queda abierto por la primera página. Veo que hay una inscripción hecha a lápiz:

Ismael Olmos Schwarzer
1-10-1985

En octubre de 1985 yo estudiaba en la universidad, pero... ¿Quién es Ismael Olmos Schwarzer? Yo no, desde luego. Decido que, como ya hacía de joven, lo mejor es no estudiar y que lo más adecuado será sumergirme por unas horas en el mundo de la burocracia. Iré a la secretaría de mi Facultad para convencerles de que se hallan en un error. Busco mi título universitario para demostrar que aprobé todas las asignaturas. En un enorme sobre amarillento encuentro el resumen de mis calificaciones académicas y, por fin, el pergamino que acredita mi titulación.Llegó a la Facultad. Les muestro mis credenciales. La secretaria las observa detenidamente y teclea en su ordenador algunos datos. Al cabo de unos segundos de incertidumbre, levanta la vista y me dice en un tono que me parece sarcástico:

-No hay ningún error. Le falta por aprobar una materia, señor Olmos.
-¿Eh? -digo yo, en tono rebuzno.
-Que le falta una materia.
-No, no... ¿Cómo me ha llamado?
-Ismael Olmos Schwarzer. ¿Ese es su nombre, no?
-No -digo yo, sudando.

La secretaria me enseña mi titulación, expedida a nombre de Ismael Olmos Schwarzer.

-¡Yo no me llamo así!
-¿Cómo se llama usted?

Le digo mi nombre. La secretaria protesta y me dice que mi titulación está a nombre de Ismael Olmos. Le digo que olvide eso. Que consulte mi nombre en el ordenador. La secretaria vuelve a teclear.

-Usted nunca estudió aquí -me informa.

En mi tercera y última fase de la pesadilla, camino apesadumbrado y desorientado por la Facultad. Delante de la cafetería, un camarero fuma apoyado en el quicio de la puerta. Al verme, se incorpora sorprendido y, como si no creyera en lo que ven sus ojos, exclama:

-¡Ismael Olmos! ¡El estudiante más borracho que he conocido en mi vida! ¡Cuántos años! ¿Qué te trae por aquí?

7 Comments:

Blogger Bruja said...

Algunas pesadillas son tan jodidas...
Al menos las tienes por partes, sientes intriga hasta por las noches. ¡Qué vida más agetreada! Hasta con cambios de identidad oye...

Por fin me decidí a escribirte después de leerte varias veces.
¡Un saludo!

10:30 PM  
Blogger Cabeza Mechero said...

En Septiembre de 1985 hicimos una visita cultural a la facultad con el colegio. A mi no me sedujo nada aquel ambiente de estudio y eruditismo, en cambio luego nos llevaron al bar, en donde los maestros nos pidieron a todos unas pepsicolas que hicieron anotar a nombre de un tal Sugrañes. Mientras me la tomaba observé a un joven que intentaba prender fuego a un paraguas clásico de la casa Budesca. Mi "seño", llamada Mónica, fallecida recientemente a causa de explosión-expontánea, nos dijo que ese hombre era el famoso estudiante alcohólico Ismael Olmos Scharzer, "el quema paraguas". Aquello me impresionó tanto que decidí no ir jamás a la facultad.

11:27 PM  
Blogger Jordi said...

No era yo, ¡te lo juro! Yo siempre me olvidaba el paraguas en casa.

9:36 AM  
Blogger Jordi said...

Ah, y hola, Bruja, bienvenida!

9:38 AM  
Blogger Reich said...

Jordi, y quién eres tú para decidir si eres o no eres Ismael Olmos Scharzer??

El día que despiertes de tu verdadera pesadilla y descubras que no eres Jordi, ni tienes un blog, seguro que te llevas otro disgusto...

Besos.

2:42 PM  
Anonymous Anonimo said...

Nunca termina uno de conocerse...

Un saludito Isma.

P.D.: Bruselas estaba gris y me llovió sin piedad.

6:03 PM  
Blogger lucky said...

cómo me ha gustado tu forma de narrar esa pesadilla, parece tan real cuando la cuentas. ¿seguro que no ers Ismael Olmos?

7:09 PM  

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