venerdì, marzo 16, 2007

Quintín

Quintín es la solución al juego del post anterior, en efecto. Yo no sé de nadie que se llame Quintín, aunque conozco gente rara. Pensando levemente en ese nombre me viene a la memoria la expresión “se armó la de San Quintín”, que si no me equivoco se refiere a una batalla de no sé cuándo y significa, claro está, que se armó algo gordo. Y no sé exactamente dónde hay una localidad catalana que se llama Sant Quintí de Mediona. Ah, y me acuerdo de Quentin Tarantino (al que no conozco) y de Quentin Fortune, que es un futbolista sudafricano que jugó (mal) en el Atlético de Madrid y en el Manchester United. Mi amado Johnny Cash tiene un memorable disco en directo grabado en la prisión de San Quintín en el que se oye a los presos berrear continuamente su alegría. Ah, y también me acuerdo de Quentin Compson, personaje de una novela de Faulkner (El ruido y la furia) y de Quintín Durward, que es el protagonista de otra de Walter Scott que se llama, qué casualidad, Quintín Durward (o Quentin Durward, supongo). La de Scott no la he leído: de niño tenía decenas y decenas de ejemplares de aquellas Joyas Literarias Juveniles que eran en realidad novelas clásicas trasladadas al formato de cómic. La mayoría de mis lecturas de autores como Charles Dickens, Julio Verne o el propio Walter Scott se reducen a esos cómics. Curiosamente, jamás pude con Quintín Durward. Fue, con El último mohicano, el único cómic de aquella colección que nunca terminé de leer. Frustrado, ambas me dejaron un recuerdo tan desagradable que cuando hace unos años se estrenó la película de El último mohicano me negué a verla. Cuando me lo propusieron, dije solemnemente:

-Ni hablar. El cómic era inaguantable.

Me parece que el juego de las letras de Carlos (o Carles) tampoco es fácil en catalán, aunque no he pensado mucho en ello. Tras unos minutos, he dado con Quintí y con Iu. Tampoco conozco a nadie que se llame Iu, pero en el Gòtic hay una plaza dedicada a Sant Iu. La calle de Sant Quintí está muy cerca de casa y cuando acabe de colgar este post iré a pasear por allí a investigar algo más sobre el tema quintiano.

¿Qué sabéis vosotros de Quintín?
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8 Comments:

Anonymous Anonimo said...

De Quintín nada, (de Tintín mucho :P) pero de pequeña adoraba los comics "Joyas literarias juveniles" que recuerdossss.

10:53 AM  
Blogger Bruja said...

Sólo sé que no sabía nada de Quintín comparado con la barbaridad de ejemplos que has puesto.
Sólo recuerdo al santo, leches... Y que a partir de hoy este nombre lo tendré muy presente.

4:31 PM  
Anonymous Anonimo said...

A ver, niños, clase de Historia con la señorita Kotinussa:

San Quintín fue una batalla entre franceses y españoles, en tiempos de Felipe II. San Quintín es el nombre del lugar de Francia donde tuvo lugar. La victoria española se conmemoró levantando el monasterio de El Escorial, que se llamó San Lorenzo del Escorial porque la batalla ocurrió el día de San Lorenzo.

En cuanto a las "Joyas Literarias", yo también me las leí casi todas en mis tiempos. Mi hermano las tenía al completo y creo que todavía las conserva. De "El último mohicano" no me acuerdo, debe ser que tampoco lo leí. Me iban más las historias de Stevenson y Verne. Y, como no, las de Walter Scott. De "Quintin Durward" sí que me acuerdo, y también de la película de cine, que era una de estas clásicas de los años 50 protagonizada por Robert Taylor.

Saludos.

8:28 PM  
Blogger Bruja said...

Bueno... Pero fue una batalla a la cual pusieron el nombre de Quintín con un San delante ¿no?
No hay nada mejor como aprender historia por aquí. O más bien recordarla.
¡Un saludo!

9:27 PM  
Anonymous Anonimo said...

Jo m'ho he pensat una estona i he trobat que en català és més fàcil: Benet, Vinyet, i Guim.
Algú en sap d'altres?

9:38 PM  
Anonymous Anonimo said...

i HUG!!!

9:43 PM  
Blogger Jordi said...

La Nueva no se lee las instrucciones, cosa que ya sabía porque el DVD no hay manera de hacerlo funcionar. Vinyet es femenino, querida Nueva. Los otros nombres sí son correctos para Carlos, pero no para Carles, evidentemente. En fin, iba a enviar un beso a la Nueva pero es absurdo porque la tengo aquí a mí lado.

Ah, i Guiu. Existe Sant Guiu.

9:55 PM  
Anonymous Anonimo said...

"La hija del engaño o Don QUINTÍN el amargao" película mexicana de Luis Buñuel, 1951

6:30 PM  

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