mercoledì, febbraio 02, 2011

Adiós para siempre, Lidia

En nuestros tiempos escolares, Lidia era menuda, suave y de unos ojos semitransparentes que a mí, borrego sentimental, me parecía que emanaban poesía. Al dejar la escuela nos vimos de vez en cuando en alguna de esas horrendas cenas de ex alumnos hasta que, hace ya bastantes años, la perdí de vista. Hasta ayer, cuando me la encontré paseando por el Turó Park, en compañía de su esposo, un individuo de inquietante frialdad -en su mirada y en su austero apretón de manos- cuyo nombre no recuerdo y nada más y nada menos que sus tres hijas, tres enanitas que revoloteaban alrededor de la extraña pareja. Mientras compartía con Lidia los habituales hola qué tal y cuánto tiempo, vigilé con el rabillo del ojo a su marido, que se había apartado unos metros para regañar a través del móvil, con educadas y terribles amenazas, a un tal Borderas. A juzgar por las joyas, relojes y ropa de marca que lucía la familia entera, las cosas les iban la mar de bien. El marido apagó el móvil y encendió un cigarrillo con seguridad de alto ejecutivo. Lidia le miró, como buscando permiso para algo y luego me miró a mí.

-Estas son Aroa, Ainara y Aidar -dijo ella más o menos, señalando a las niñas.

La miré incrédulo y luego miré a su marido, que me miraba a mí con desafiante orgullo, repasando con sus ojos de halcón mi viejo abrigo, mi bufanda, mi despeinada melena y mi barba casi afeitada.

-Aroa, Ainara y Aidar. Más que niñas, parecen Seats -me vengué.

Tras un leve silencio, Lidia insinuó una risita que cortó tajante su marido.

-Tenemos prisa -dijo, llevándose a Lidia o, para ser exactos, al brazo de Lidia y después al resto de su cuerpo.

¿Quién era esa?, pensé, viendo al menudo cuerpo de Lidia, ya a lo lejos, ondeando cual bandera en torno al alto ejecutivo y sus tres niñitas.

10 Comments:

Blogger Vanbrugh said...

Qué terrible. Hay bodas que son como amputaciones. ¿Algo en la Lidia que conociste permitía presagiar semejante desenlace?

Ah, buenísimo tu comentario sobre los Seats. Yo no habría tenido valor, ni siquiera si se me hubiera ocurrido.

11:01 AM  
Blogger C. B. said...

¡Por fin, hombre! Qué ganas tenía de leer algo nuevo. Ya me sabía tu blog de memoria.
Excelente entrada. Excelente, no te digo más.

11:48 AM  
Blogger Zafferano said...

Desde luego. Umbrello y Fratello son mejores elecciones. Incomparables...

Un besote!

1:42 PM  
Blogger Miroslav Panciutti said...

Con frecuencia es mejor conservar los recuerdos del pasado y no reencontrarlos en el presente. Repito lo de Vanbrugh: buenísima tu ocurrencia de los SEAT.

10:41 PM  
Blogger eso verde said...

com pots ser així?
Ploro i ric.

9:18 PM  
Blogger david said...

Por tu culpa, Jordi, me acabo de ganar un bofetón.

Con el entusiasmo de leerte un post nuevo, te he leído en voz alta, aquí en la cocina, con mi novia al lado, tomándose un café.

Novia, la mía, que se llama Aroa. "¿¡Seat yo!?", y plaf, bofetón.

Y yo pensaba que en torno iba separado, no junto, ejem ejem.

8:20 AM  
Blogger Jordi said...

Vaya, pues es verdad. "En torno" va separado. "Entorno" es otra cosa, similar, pero otra cosa. Lo corrijo. Gracias, y disculpa por el bofetón.

2:48 PM  
Blogger SBP said...

¡Qué buena historia! Me he reído un montón. Como siempre contigo... ¿Por la calle vas diciendo estas cosas de verdad o sólo las piensas? ¡Saludos!

3:18 PM  
Blogger Unknown said...

¿Cómo éramos? ¿Cómo nos veían? ¿Cómo somos? ¿Cómo nos ven? ¿Como somos, realmente?

4:41 PM  
Anonymous Anonimo said...

Jordi, aunque nunca entiendes nada...me encantaría ilustrar tus relatos, me has hecho reír esta noche de sábado ...

10:40 PM  

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