venerdì, marzo 04, 2011

Suze


Yo a Bob Dylan llegué bastante tarde y por extraños caminos que no vienen aquí a cuento. Llegué tarde, digo, y eso me evitó pasar por la etapa de dylanólogo, faceta de la que no me libré, por ejemplo, en mi etapa Beatle o en mi época Capote. Ahora, con la perspectiva de los años, lamento esa pérdida de tiempo: además de escuchar a los Beatles, lo sabía todo -tenía que saberlo todo- sobre los Beatles: a qué escuela acudió Lennon, a qué se dedicaba el padre de Harrison o qué hubo de cierto sobre la supuesta muerte de McCartney. Lo mismo me ocurrió con Truman Capote: devoré sus libros, pero también su vida, o lo que de ella pude saber, como si su vida fuera una prolongación de su obra y, qué error, como si pudiera ser tan interesante como ella.
Esas etapas ya pasaron y, como decía, por extraños caminos llegué a Bob Dylan. A su música; los pequeños detalles de su vida me atraen bien poco, lo justo. Por supuesto, no pude evitar saber quién era Suze Rotolo, la chica que le acompaña en la portada del legendario The Freewheelin. Suze fue su novia en esos años, una persona decisiva en su formación cultural, política y social. Suze le inspiró a Dylan canciones tan enormes como Don´t think twice, it´s alright o Boots of Spanish Leather. Pero su relación no duró mucho y Suze se fue a vivir su vida que, desgraciadamente, terminó hace unos pocos días según contaron los diarios. “Dylan fue para mi vida”, dicen que dijo ella, “como tener a un elefante en la habitación”. Era una mujer culta e inteligente: intuyo que supo vivir con el recuerdo de ese elefante y, lo que debió ser más duro, con la curiosidad ajena.

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